
EL JURADO
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Cuando concedió el premio, supo que lo hizo bien: el ganador era él.
LA OTRA MEJILLA
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Siempre quiso poner la otra mejilla, pero la quemadura de ácido se lo impedía.
ARROJADO A LA GEHENNA
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Por más que lo intentaba, el muñón de su derecha le impedía cortarse la mano izquierda.
EL INVISIBLE
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Por mucho que lo pretendió, nadie supo jamás que él era invisible.
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(Relatos hiperbreves extraídos de la revista Ágora. Papeles de Arte Gramático, nº 14, 2009)
Este post y el anterior me fascinaron; dejaron ese fueguito suave de satisfacción por dentro quemando.
ResponderEliminarGracias por seguir compartiendo arte!
Gracias, Joaquín.
ResponderEliminarNo tengo otras palabras mejores.
Gracias a ti, Max, por estar ahí, alegrándome de que los textos quemen.
ResponderEliminarGracias a ti, Paco. No necesitas más palabras, esas son más que suficientes.
ResponderEliminarExcelentes píldoras.
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