TOCA, TOCA MUDEZ
No
tengo de mi lado al lenguaje.
Flores que no van a parte alguna
sino a llenar el aire de la tarde
de excedencia
igual que esos villanos sin peso
ni carácter.
A veces reaparecen palabras
debajo de los muebles: huesos mondados
y sin color, como los sueños inofensivos.
Sentarse, entonces, a pelarlas.
Pelar palabras como quien espera hacer aceite
con toda la saliva estirada.
sino a llenar el aire de la tarde
de excedencia
igual que esos villanos sin peso
ni carácter.
A veces reaparecen palabras
debajo de los muebles: huesos mondados
y sin color, como los sueños inofensivos.
Sentarse, entonces, a pelarlas.
Pelar palabras como quien espera hacer aceite
con toda la saliva estirada.
(Tomás Sánchez Santiago, Cómo parar setenta pájaros. Antología poética 1979-2009, Diputación de Salamanca, 2009))
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