MANJAR LENTO
Benditas sean las cosas
que llegan siempre tarde
y no lo sienten
—perdidas ya de vista o bien batidas
o incluso blanquecinas al sol del tacto—;
y no lo sienten
—perdidas ya de vista o bien batidas
o incluso blanquecinas al sol del tacto—;
propio de cualquier logro puntual
engullido
sin pasar por el paladar ("¡a otra cosa!")
de la gratitud no rentable.
(José-Miguel Ullán, "Otros poemas 1991-2007", en Ondulaciones, Galaxia Gutenberg, 2008)
No hay comentarios:
Publicar un comentario