DETRÁS DE LAS BOTELLAS
Ayer lo vi: no hay nada
detrás de las botellas.
La curva de la noche
no me acabó llevando a las palabras.
Se llama soledad.
Emborracharse solo
es el último estadio de la patología,
la metástasis brutal
de la tristeza.
CAMINANDO POR EL LADO "SALVAJE" DE LA LITERATURA
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