HAY QUE FOLLARSE AL MONSTRUO
Hay que follarse al monstruo,
lamer la piel escamada de la sombra,
de su nombre besar el centro oscuro,
desear el puñal,
arrojarse.
Hay que vivir por dentro,
sentir la fría piel bajo la piel,
despojar de uno mismo al endriago
latente, su afán de tempestades
es preciso.
Es preciso el abismo
y su embeleso maldito, convocar
la orgía de demonios interiores,
adolecer de uno mismo,
enfermar.
¡Oh, deseo! ¡Oh, vehemencia!
¡Oh, siniestro ardor!
Ámame con daño.
(Alberto Soler Soto, Los tigres devoran poetas por amor, Balduque, 2014)
lamer la piel escamada de la sombra,
de su nombre besar el centro oscuro,
desear el puñal,
arrojarse.
Hay que vivir por dentro,
sentir la fría piel bajo la piel,
despojar de uno mismo al endriago
latente, su afán de tempestades
es preciso.
Es preciso el abismo
y su embeleso maldito, convocar
la orgía de demonios interiores,
adolecer de uno mismo,
enfermar.
¡Oh, deseo! ¡Oh, vehemencia!
¡Oh, siniestro ardor!
Ámame con daño.
(Alberto Soler Soto, Los tigres devoran poetas por amor, Balduque, 2014)
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