PABLO GUILLÉN TUDELA

 

DESDE LEJOS

Muy pronto, en unas horas empezaremos a lacrar el año 2016 y lo meteremos en el buzón del pasado. Nadie podrá abrir la carta  excepto el destinatario que por una vez al año coincide con el remitente.  Cosas sin acabar, otras sin decidir, relaciones rotas y nuevas, todo salta a la comba creyendo todavía que no han pisado la cuerda.

Es tiempo real, acompaño a mi hija a vender un articulo por wallapop al lado está la parada del tram para ir a casa de sus primas. Allí pasará la nochevieja. Es tiempo real y en directo son las 17.55 del 31 de diciembre de 2016. Estoy en casa con mi perra Kenia y el gato Miki. Ningún otro atisbo de vida. En otro tiempo estuve casado pero en realidad fue todo una mierda. Solo salió bien del cocido, mi hija Lidia.

Esta noche puede que al final cene con una chica que conocí  hace algunas semanas y que me gusta y todo eso. Pero no quiero ninguna relación. Me encuentro muy bien solo y solo necesito una relación para no sentirme solo y follar un rato o siete horas.

Es tiempo real y son las seis y dos y no sé porque todas las calles están desnudas enseñando sus genitales sin tener multa. Joder todos estamos desnudos como las calles, todos dejamos la ropa debajo de la alfombra del 2016 y nos intentamos poner  otra. Otro año que nos dará la oportunidad que no nos dieron 40, 50 o los que sean que hemos lacrado."Coño" es que son tres cosas contadas para ponerle el lazo a la felicidad. Pero tres cosas que casi nunca se ponen de acuerdo.

Es tiempo real y me acaba de llamar una amiga con ganas de follar, he quedado con ella  para celebrar el año y hasta puede que lo haga. Hoy no comeré uvas ni tomaré cava, hoy pretendo embriagarme  de sexo y a las uvas de la suerte que les den por el culo.

Joder con el tiempo real, son las seis y veinte voy a ducharme, quitarme los pelos de la nariz y ponerme crema nívea especial para pollas que han estado en sequia. Luego pondré de fondo a Roy Orbison y además he cambiado las sabanas. La jodida vida es la hostia de sencilla, pero nos empeñamos y empañamos para que no se vea una mierda, lo que importa y lo que es estiércol cuando pasan unos días. 

Mi deseo para el 2017 es que al menos diez, veinte millones de personas aprendan a ver el estiércol desde lejos. 

(Pablo Guillén Tudela, Sombras de luz y niebla, Donbuk Editorial, 2017)