CUENTA FINAL
1
Partimos,
con la voz caliente,
siguiendo
la decisión de hacer
poesía con
un resto de luz
que
salvamos del pánico.
Poesía en combate y abrazo
con el
tiempo de pánico
y ruidoso
silencio que nos tocó vivir,
no textos
ninfas ni recetarios
para un expositorio.
Poesía
iluminadora, no iluminada,
poesía con
los mimbres que encontramos,
que no
eran nuestros ni estaban en un libro
disponibles
en orden alfabético de autores.
Se nos
cayeron de las manos canciones
de juventud,
y despacio
tuvimos
que ir abriendo los labios de nuevo
sobre las
letras y los sonidos de las palabras.
3
Como el
idealista Robin Hood de Cervantes
o como
Rimbaud, fijé vértigos
y levanté en la arena,
pero
estuve erguido un momento,
venciendo
el pánico y la confusión,
en plena
luz y en la plena dignidad
del verso
y de la palabra:
y eso es todo lo que importa.
(Fulgencio Martínez, Prueba de sabor, Renacimiento, 2012)
1 comentario:
Gracias, Joaquín.
Un abrazo
Fulgencio
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