LA NIÑA
La niña que expulsó mi cuerpo
salió tras la poda entre sus piernas,
demasiado pronto,
de un principio de árbol.
salió tras la poda entre sus piernas,
demasiado pronto,
de un principio de árbol.
Colgaron los juguetes en las paredes
porque eran importantes.
Los colgaron alto,
para que aprendiera a alcanzar.
porque eran importantes.
Los colgaron alto,
para que aprendiera a alcanzar.
Escondí mi pecho cada día
bajo el peso de la espalda.
En mi desnudez, me hice pequeña.
bajo el peso de la espalda.
En mi desnudez, me hice pequeña.
Inventaba heridas para ocultar los días rojos de la luna.
Me decían:
Ellos se clavarán en ti
y harán nacer animales ávidos de tu leche.
Ellos se clavarán en ti
y harán nacer animales ávidos de tu leche.
Ahora pueden crecerte hombres que no quieras,
hombres que serán niños, padres, ancianos.
hombres que serán niños, padres, ancianos.
Y tuve miedo,
y quise afeitarme,
no tener un cuerpo desnudo,
ni un vientre donde guardarlos.
y quise afeitarme,
no tener un cuerpo desnudo,
ni un vientre donde guardarlos.
Tuve miedo porque aún era hija
y estaba sola,
fuera sonaba lluvia y hambre,
y engaño,
y preguntas.
y estaba sola,
fuera sonaba lluvia y hambre,
y engaño,
y preguntas.
Ahora que se acaba el tiempo
sigo jugando.
No ha crecido nada.
sigo jugando.
No ha crecido nada.
(Silvia Nieva, poema extraído de su web http://silvianieva.wordpress.com/)
1 comentario:
Así es la vida de una mujer que deja de ser niña. Tal cual.
Saludos.
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