Si caminamos por el lado "no domesticado" de la literatura es de obligada lectura el último libro de poesía de "no ficción" de David González, Loser. En él se reúnen 30 poemas - complementados por ilustraciones, dibujos, graffitis, fotografías... de autores amigos del poeta- en los que se puede apreciar la honestidad, la conciencia crítica y el compromiso de un poeta que encarna en su voz solidaria al perdedor, al "sparring" de la vida, aquel ciudadano anónimo en el que los ganchos, existenciales y sociales, de presuntas izquierdas y de derechas - Los políticos/ estrechan las manos/ pero no la dan-, le llueven por todos lados. Esta poesía a pie de calle forjada de la materia de la realidad, que no sólo la refleja - sin tapujos ni "ficciones"-, sino que además denuncia sus lacras, debe estar al alcance de todos; para ello David González hace uso magistral de un lenguaje sencillo, directo, espontáneo, que fluye con toda naturalidad, sin omitir tabús sociales, palabras que taladran el papel - que diría Bukowski-, ni, cuando es necesario, la rabia del autor por la situación descrita, a veces no exenta de una no disimulada ironía. No falta, asimismo, dos rasgos que son fundamentales en el estilo de David - que, dicho sea de paso, ha ido madurando y enriqueciéndose con el tiempo-: la narratividad y la introducción natural del diálogo, que dotan al poema de un ritmo ágil que se aviene perfectamente a la épica de lo cotidiano. En este poemario el autobiografismo es patente, pero también el "yo" poético introduce en ocasiones a otros personajes, perdedores todos ellos, como es el caso del malogrado y genial cantante Hank Williams:
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MOVE IT ON OVER . Mientras suena Move It On Over, no dejo de pensar en el autor de su letra y música, en su muerte más que nada: . el Shakespeare de los campesinos murió el día de Año Nuevo de 1953, camino de un bolo en un cuchitril. . El Shakespeare de los montañeses murió en el asiento trasero de su Cadillac azul: el sombrero Stetson . caído sobre la frente, la guitarra, a un lado, una botella de whisky al otro y a sus pies un frasco de clorhidrato de morfina. . Mientras suena Move It On Over, no puedo dejar de pensar en la amarga despedida de Hank Williams: . nunca llegó a saber que con este tema, con Move It On Over, había inventado, adelantándose siete años en el tiempo, el rock and roll y lo más probable, tal y como leí en un libro, es que en el momento de su muerte ni siquiera fuera consciente de que acababa de entrar en un año . Nuevo.
(David González. LOSER. Madrid. Bartleby Editores. 2009.) ------ La canción Move It On Over, de Hank Williams:
Un vídeomontaje con las ilustraciones que aparecen en Loser:
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