DONDE HAY RINCONES VACÍOS
acá entran todos y
sus sombras Grandes
el hombre donde yacen todos los soles
entra
donde nada es explícito, los lenguajes del
silencio caben
nos construyen
acá
entra tu palabra plena, aunque afuera renieguen
y no seamos dignos
llega la pobreza con todos sus paraísos
y éstos pasan
deliran en comunión con nosotros
pero también heridos por palabras inventadas,
repetidas
desde
lo oscuro
sólo una puerta única
sin afuera, no hay otra orilla en la casa que
suena
con una ventana que da directo al mundo
que no esconde su intimidad
y hace lo posible por ser visto
acá hay mucha gente por quien puede llorarse
y todos los consejos que me diste mientras
dormía en mi silla,
la casa,
ésta,
donde mis padres cantar sólo saben
y nos protegen del sol con sus cuerpos cansados
llenos de toda una historia del silencio
su idioma otro
mis amigos
de la casa número dos, tan sonora,
que nada tiene y me llama por mi nombre
todo es visible en esta
habitación, se escuchan los colores
(vivos)
y enseñan a ser “violentos” con el mundo
afuera
lejos
(raro)
(Jairo Rojas Rojas, La Rendija de la puerta, ganador de la IV Bienal de Literatura Ramón Palomares -2011-)
No hay comentarios:
Publicar un comentario