UN SIMPLE MALENTENDIDO
insiste en que salgamos juntos
alguna noche
un compañero de trabajo,
dos o tres años mayor que yo
(y ya tengo los míos)
no quiero mostrarme descortés
así que invento cualquier
excusa
para escurrir el bulto:
no me gusta hablar de fútbol
(no me gusta el fútbol)
no me gusta hablar de mujeres
(¿me gusta aún alguna?)
y por supuesto detesto salir
con hombres
para abreviar: no me gusta salir
el otro día me preguntó
intrigado
qué demonios hacía por las
noches
depende de qué noche, le dije
anoche, por ejemplo, eché un par
de ellos… bastante buenos, creo
soltó la carcajada, entre
escéptico y
pícaro
y pudieron ser tres, añadí
pero algo falló, no lo entiendo
la edad, amigo mío, la edad que
no perdona –y se fue de repente
partiéndose de risa, sin darme
tiempo a explicarle que yo
(Pablo G. Bao, La muerte es una zorra disfrazada de orquídea, Pasión por Los Libros, 2015)
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