UNA MAMPARA CON COLORES
No parecía
tan gastada la vida, aunque lo único que te mantiene fuera del basurero es la
pura suerte, y la suerte nunca dura hasta que la diñas. Incluso cuando la
muerte llega a veces al mismo tiempo llega la suerte.
El otro día
erré por las calles de la ciudad a plena luz de la noche y me perdí en la
metrópolis de clubs de alterne, de salas de juego, de luces de neón, hoteles de
lujo y sustancias varias puestas en fila india antes de hacer el amor hasta el
tercer amanecer.
Salí a
hurtadillas de ese ralo jardín y la alcorza del pastel la pagó el último, el
más despistado o las dos cosas.
El otro día
me preguntaron; ¿ cuál es el impulso que le mueve a escribir?
¿Y usted
por qué caga? le pregunte sin ninguna acritud.
Eso pasó
hace algún tiempo, pero ¿ acaso el tiempo hace que lo que pasó no pasase?
Todo apesta,
lo que se pudre apesta y lo que está vivo apesta.
Les digo la
verdad no puedo comprar ni una bolsa de pedos mientras, ellos van camino de sus
duchas, sus teles, sus aviones privados y sus mujeres privadas que no suelen
ser sus mujeres de le presento a mi mujer doroty.
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