PRÓLOGO
La primera
vez que tuve la oportunidad de leer los relatos que componen este libro fue en
forma de guión cinematográfico. Las tres historias estaban pensadas para ser
llevadas a la pantalla (de hecho Dentro llegó a tener su adaptación realizada
bajo el nombre de Terrario por el director Jesús Mora, aunque el autor
original no quedó satisfecho con el producto final) en forma de largometraje en
2014.
Este dato
que podría parecer anecdótico en el caso de Rodrigo Ratero no lo es. Aficionado
al cine en su vertiente más psicotrónica y realizador de cortos de ese mismo
estilo, sus novelas son , por su estilo directo, muy visual y vivaz , películas
contenidas en libros. O casi podríamos decir que son una extensión de su otra
faceta. Historias callejeras, con una jerga concreta y lugares particulares,
donde los personajes luchan contra la vida dejándose la piel por vivir a su
manera. Donde cada elemento está ahí por algún motivo, y nada es dejado al
azar. Ambientes de supervivencia, repletos de estupefacientes de todo tipo, de
violencia física y moral , y de relaciones conflictivas. No son precisamente
ambientes fáciles los del imaginario literario de Ratero… sino todo lo
contrario. Y los personajes hablan, como los de la vida real, y se mueven con
una fisicidad alucinógena, reflejo del estado mental del que son portadores en
muchas ocasiones.
La
especialidad de Ratero consiste en mostrarnos personajes con los que podemos
identificarnos aunque sean muy diferentes a nosotros. Meternos de lleno en la
historia y recorrer las calles con ellos, drogarnos con ellos, tener sexo en
grupo con ellos y sufrir con ellos deseando que se salven, aunque sabemos que
es algo realmente difícil. Porque han nacido para el conflicto. El autor habiendo
mamado mucha calle cuenta historias muy auténticas y salvajes porque muchas
veces la propia vida también contiene estos apelativos. Y por eso podemos estar
seguros de que no hay nada impostado en su literatura. Al final todo pertenece,
en mayor o menor medida, al terreno de lo verdadero, de lo auténtico.
Otra de las
características que tienen sus historias es la casi total ausencia de
maniqueísmo. Ratero no emite juicios de valor sobre sus personajes, sino que se
limita a rodar un documental sobre los mismos. Se limita a contarnos su
historia, y todos y cada uno de sus personajes gozan de un respeto escrupuloso
por su parte. Cada uno tiene su lugar en la historia y está allí por algo. Cada
uno tiene su punto de vista y sus intereses.
Aquí no hay héroes ni villanos, sino que cada personaje es su propio
héroe y villano al mismo tiempo… O quizás y más exactamente, todos son
antihéroes. Como lo somos la mayoría de personas en la vida real, con nuestros
defectos y virtudes. Todo lo anterior está envuelto en un ambiente de humor
negro que se antoja casi necesario para sobrevivir.
Así por
ejemplo aquí tenemos la novelización del guión de Dentro, tal y como le
hubiera gustado que fuera al autor. 1979 otro guión de naturaleza similar,
pensado para ser llevado a la pantalla y que aquí se noveliza y se convierte en
parte de esta trilogía que culmina con la joya de la corona Picos y
Colmillos, un relato de kinkis, drogas y vampirismo. Tres novelas cortas donde ratero explora aquello que más le
interesa. Tres historias corales, donde varios personajes comparten
protagonismo en la mejor tradición del Realismo Sucio y donde además de
relaciones humanas conflictivas, los numerosos puntos de giro nos llevan a
situaciones sorprendentes, haciéndonos visualizar todo como si de secuencias de
tres películas se tratase, con ese tempo, ritmo y cadencia propia del
celuloide.
Ojalá la
historia de Picos y colmillos llegase realmente a rodarse. Sería una
recuperación del mejor Kinki fantástico ,como en su momento lo fue Más allá
del terror (1980) de Tomás Aznar, pero en un tono mucho más fetén. Es una
empresa difícil, y el cine patrio avanza hoy día por derroteros muy diferentes.
En cualquier
caso siempre quedarán estas novelas cortas. Novelas porque su complejidad
formal está más cercana al formato novela que al relato largo, y porque la
esencia en la que se mueven las
emparenta en espíritu con los anteriores trabajos literarios de Ratero.
Literatura
fría y fresca. Y tan visceral, cortante y sangrante como rajarse el antebrazo
de arriba a abajo con una cuchilla de afeitar.
Teodomiro De Moraleda
Octubre, 2017
(Rodrigo Ratero García, Picos y colmillos:Tres historias de potro, sangre y miel, Editorial Gradiente, 2017)
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