UNA
AMAZONA ASFÁLTICA
He querido muchas veces
cruzar la calle y vivir la vida de otra.
Sentirme la mujer que se sube a ese taxi
una carrera incierta y misteriosa.
Ser la que en el cine besa a un hombre que no es el suyo,
la que toma de la mano a una niña
muy distinta a la mía.
Ponerme el sombrero aquel
que parece un nido de golondrinas
y atreverme como esa,
con una minifalda que corte la digestión al de enfrente.
Ser la chica de la panadería
despreocupada y tontona
que dedica miradas alegres y consoladoras a cualquiera.
Cometer algún delito
del que no arrepentirme
y correr sin permiso
y gritar
y reír desencajada...
Ser una amazona asfáltica
fuera del tiempo y la ley
surcando cuerpos
devorando aleluyas
con los labios extenuados
y las mandíbulas doloridas
de morder lo prohibido.
(Begoña Leonardo, No frenes la lengua de los pájaros, Groenlandia, 2012)
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