MAX BROD Y FRANZ KAFKA EN LA INSÓLITA NOVELA DE MANUEL VILAS ESPAÑA
3. LA MALETA
Las tres hermanas judías de Franz Kafka fueron asesinadas por los nazis. Max Brod, el amigo de Kafka, huyó de Praga la noche previa a la entrada de los alemanes. Cruces gamadas en los balcones de Praga. Brod se fue sólo con una maleta y en la maleta iban todos los manuscritos de Kafka. Era la noche del 14 de marzo de 1939. Puedo imaginar a Brod metiendo los manuscritos en su maleta, recordando con dificultad a su amigo Franz, muerto hace quince años. Casi no recuerda su voz, ni cómo eran sus gestos, sombras en la memoria. [...]
Brod no se llevó dinero ni joyas ni ropa ni comida ni recuerdos de familia ni sus propios libros, se llevó los manuscritos de su amigo. Noche de marzo de 1939 en que Brod sale con prisas de su casa. En la maleta iban tres novelas: "El Proceso", "América" y "El Castillo". Las tres póstumas e inacabadas (tres novelas, no diez, ni quince, ni treinta, sólo tres, ¿entiendes?, pero a quién le estás hablando si no hay a nadie a quien hablar). Aquella noche en Praga, fuera de la maleta se quedaron la patria, las banderas, el crimen, la mentira, la vanidad, y la mala literatura. Brod y su maleta. Max Brod y su tesoro.[...]
4. EL ÚLTIMO MOTORISTA
A la memoria de Max Brod
[...]
Kafka no fue nunca un escritor tal y como hoy lo entendemos. Ni concedía entrevistas ni le agobiaban los editores para que entregase un nuevo libro. Ni daba conferencias ni fallaba premios ni le daban premios. Ni le llamaban los periodistas ni le invitaban los políticos ni opinaba en la prensa. Ni reseñaban elogiosamente sus libros o no elogiosamente, porque no había libros que reseñar. Ni siquiera hablaban mal de él, porque nadie sabía que existía. Lo único que hacía Kafka era quedar a comer con su amigo Max Brod, de quien yo soy especialista. Lo único que hacía Kafka era hablar con Brod. A Kafka la literatura profesional le traía sin cuidado. Eso se lo dejaba a Thomas Mann y a todos los demás. Todos los demás que somos ahora todos nosotros. Nosotros, los lectores y los escritores de hoy. [...]
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(Manuel Vilas, España, Barcelona, DVD, 2008)
3 comentarios:
¿Qué hubiera sido de Kafka sin Max Brod?
¿Qué hubiera sido de Max Brod sin Kafka?
Si Kafka viera en lo que se ha convertido el mundo literario se hubiera pensado dos veces dejar sus manuscritos a Max Brod.
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