. EL MAL POETA
.
Tantas tardes leyendo a Baudelaire.
Tanto esfuerzo para ir de maldito.
Las peleas con mi padre,
que nunca comprendió
por qué yo le llamaba
Aupick y no Quintana.
Aquella temporada en que me puse
a buscar una mulata
por amante.
...................Y en Loja.
Fue cuando me di cuenta
de que la castidad no era lo mío.
Aquella novia belga que perdí.
.
Pero soy un Quintana,
un poeta burgués y provinciano.
Un tipo que se aburre
–como todos ustedes–
y en vez de hacer turismo
escribe versos. Alguien
que poco a poco va aceptando
que a nadie le hace falta,
afortunadamente:
............................y menos
a la historia de la literatura.
.
En fin, ya lo están viendo,
una vergüenza.
.
(Emilio Quintana, Las leyes de la herencia, 1992)
.
Tantas tardes leyendo a Baudelaire.
Tanto esfuerzo para ir de maldito.
Las peleas con mi padre,
que nunca comprendió
por qué yo le llamaba
Aupick y no Quintana.
Aquella temporada en que me puse
a buscar una mulata
por amante.
...................Y en Loja.
Fue cuando me di cuenta
de que la castidad no era lo mío.
Aquella novia belga que perdí.
.
Pero soy un Quintana,
un poeta burgués y provinciano.
Un tipo que se aburre
–como todos ustedes–
y en vez de hacer turismo
escribe versos. Alguien
que poco a poco va aceptando
que a nadie le hace falta,
afortunadamente:
............................y menos
a la historia de la literatura.
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En fin, ya lo están viendo,
una vergüenza.
.
(Emilio Quintana, Las leyes de la herencia, 1992)
3 comentarios:
Por eso, no escribas. Deja a los buenos hacerlo!!!
Supongo que lo dirás en broma, Anónimo.
Se trata de un poema divertido, que hay que entender en clave irónica.
Era una broma, así lo entendí yo.
Saludos
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