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LANGUIDEZ DE ELEFANTE
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Yo era grande, ¡querido Mississipi!
Por desprecio de poetas, gasterópodo amargo,
Me iba, pero ¡qué amor en las estaciones y qué deporte en el mar!
¡Récord! Tenía seis años (¡aurora de tripa y frescor de pipí!)
Y esta mañana a las diez y diez el rápido
Que flotaba sobre los raíles se cruzaba con trenes límpidos
Y me lanzaba al aire, zambullida en tobogán.
Era el cien por hora y a pesar del rumor,
El encanto de los periódicos embriagaba a los fumadores,
Y aunque el convoy fuera así lanzado,
Arrastrando, imantando albatros y palomas,
A esta marcha loca el expreso me había acunado.
Mis ideas se doraban, los trigos estaban magníficos,
Los herbívoros pacían en el verde golfo de los prados.
Estaba loco de ser boxeador y sonreír a la yerba.
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(José Luis Gallero ed., Antología de poetas suicidas, Varios autores, Árdora Ediciones, Madrid, 2005)
ARTHUR CRAVAN, EL POETA BOXEADOR
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2 comentarios:
Poeta amigo: tenía la idea de Cravan se había perdido en medio del Atlántico (voy a confirmar el dato). En efecto, era boxeador aficionado, no llegó a profesional del cuadrilátero.
Abrazos,
Frank.
Sí, efectivamente, amigo Frank, si no recuerdo mal, murió en una travesía por el Atlántico, por algún lugar perdido del golfo de México.
Un abrazo.
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