THOMAS BERNHARD
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Ningún árbol, ningún cielo
Te consolará,
Ni tampoco la rueda de molino
Detrás del crujido de la madera de abeto,
Ningún ave agonizante
Ni la lechuza, ni la enloquecida perdiz,
Atrás es lejos,
No te protegerá ya ningún arbusto
De frías estrellas
Y ensangrentadas ramas,
Ningún árbol, ningún cielo
Te consolará,
En las copas de inviernos reventados
Crece tu muerte
De dedos rígidos
Lejos de la hierba y del bosque salvaje
En los conjuros de la nieve recién caída.
.
.
Mañana
se cambiará
lo que fue
por el cielo
y la sangre del sol
goteará
sobre la nieve.
No habrá plegaria
que me consuele
al atardecer
ni árbol
que me comprenda.
.
Mi pena
tendrá que irse a las montañas
y el mirlo
me vigilará
junto a la tumba reciente.
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(Thomas Bernhard, In hora mortis. Bajo el hierro de la luna, DVD, 2000)
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1 comentario:
Esto realmente resuelto mi problema, gracias!
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