MI HUIDA
Ser el jugador vencido
en el tablero de una lágrima
ha sido, esta tarde, mi huida.
He intentado cazar tu sonrisa
con un cobarde lo siento,
con la excusa de alejarme de ti
para estar siempre contigo.
Decirte que se acabó,
que el tiempo reduce al espacio,
que la nostalgia se disfraza
si cambiamos los besos por abrazos,
es la rutina de mi miedo.
Esta tarde he vuelto a huir,
me he encerrado del mundo
en la avenida de mi habitación,
en la estrechez de mi corazón,
en la espina de mi costado.
Un escaparate de recuerdos
forma el retrato de mi soledad,
la historia de otro humano
tan parecido a los demás.
La cometa de los sueños
es un rincón de realidad perdida,
yo sigo justificando mi huida
en este principio sin final,
en esta ciudad dormida
donde sin mí, eres vida,
donde la muerte me saluda,
donde yo solo soy sin ti
mi propia salida.
Donde en esta tarde,
tan fría, he vuelto a huir
de la limitada compañía
de un ángel sin brazos,
del otoño y sus razones,
de la desembocadura
de mi noche, de la única,
de los inexistente reproches,
de mi inseparable huida,
de mí mismo, otra vez.
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