MIEDO DE SER DOS
(Fragmento)
Si te suicidas, abre la boca y apunta al paladar. Si estás harto de respirar, asegúrate de levantarte la tapa de los sesos y convertir tu cerebro en algo blando y pegajoso. Al apretar el gatillo, sentirás que explota el mundo. Tus ojos se cegarán con un fogonazo. Pensarás que la tierra se parte por la mitad. Creerás que una gigantesca actividad volcánica ha pulverizado el planeta, transformándolo el polvo estelar. Tal vez escuches la música de las esferas. Disfruta de esos segundos. Son el cénit que tanto tiempo anhelaste, pero que ni siquiera conseguiste vislumbrar. Ahora lo estás contemplando por primera vez. Es un crepúsculo encarnado. El rojo es el color de la muerte, de la crueldad, de la mentira, pero es el color que te hace sentir un escalofrío y desear que el tiempo se congele y estalle como un cohete, encendiendo tu carne por última vez. No lamentes la brevedad de ese momento. La plenitud siempre es fugaz.
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