LAS COSAS QUE SE PIERDEN
Se pierden los mecheros, el virgo, los relojes,
los rostros de mujeres que quizá nos amaron
en la noche del tiempo, en un piso sin muebles,
los motivos triviales de alguna despedida.
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se pierden direcciones escritas con carmín,
paquetes de tabaco, calcetines, palabras
con el peso de enigmas aún por resolver,
el nombre de aquel bar, la canción que escogisteis.
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Se pierden los amigos, las corbatas, las noches
más golfas y más breves, la inocencia, el acné
del amor primerizo, el afán de crecer,
por beber y fumar sin tener que esconderse.
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Se pierden, ya por último, las ganas de contar
las cosas que se pierden.
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(Javier Cánaves, Al fin has conseguido que odie el blues, Madrid, Hiperión, 2003. XVIII Premio de poesía Hiperión)
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4 comentarios:
cuánto se pierde, y cuan poco se gana!
Es la herencia de nuestra mísera existencia.
Gracias por el comentario.
Hola, soy Javier Cánaves. Celebro que publicaras mi poema, pero el motivo de este comentario es aclarar que el de la foto no soy yo, sino José María Cumbreño.
Saludos.
Muchas gracias por la aclaración. Error subsanado. Perdón y enhorabuena por este poema y por todos los que conforman ese magnífico poemario en el que se incluye.
Saludos
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