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En esta ciudad de líneas rotas
de casas ocupadas por el polvo
de caretas de asesinos
de ilustres ladrones
no sé qué hacer con el tiempo
que se vuelve cáscara
que se vuelve contenedor de papeles reciclados
el mundo me da miedo
y a veces no distingo amigos de enemigos
y me encierro en mi casa
levanto un muro de libros y cuerpos
de incienso y lejías
miro la calle y me amenazan las sirenas
aunque sé que solo soy culpable
de pensamiento y palabra
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(Ana Pérez Cañamares, La manera de recogerse el pelo. Generación Blogger, Bartleby Editores, 2010)
5 comentarios:
El poeta y la ciudad....la hostilidad que todos de alguna u otra manera percibimos, padecemos, propagamos...pero el (la) poeta: la muestra. Muestra sus filos màs sensibles.
LA PALABRA ANTE EL MUNDO CAOTICO Y URBANO, AL DESEPERACION ENTRE CONSUMIDORES Y CIUDADANOS, DIRIA UN ESTUDIOSO CULTURAL, PERO ANTE TODO LA PALABRA, LA POESIA, ESE MURO DE LIBROS, QUE NOS PROTEGE, QUE NOS HACE ESCURRIDISOS, PARA CREAR EN NUESTRO ESCONDITE, LA ESCAPATORIA: EL MEJOR POEMA
Muchísimas gracias, Joaquín. Abrazos
La (el) poeta refleja la hostilidad urbana y utiliza la palabra como refugio y como arma. Buen poema. Gracias por los comentarios. Abrazos.
Excelente poema que recuerda lo que dejó escrito Graham Greene: "me basta con leer en un día una sola página de buena literatura".
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