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A cierta hora de la noche
todas las mujeres a las que amé
se meten en mi cama.
Traen sólo lo bueno que tenían
o supe ver
nada de ropa
y un coro de gemidos diferentes
que logran acompasar con mi batuta.
Hay de varios colores de pelo y de idiomas disonantes
se superponen
me súper-pongo
y lo hacemos todos a la vez
con lo mejor de los momentos pasados
y es que nos conocemos tanto
que presentimos los orgasmos mutuos
y los celebramos de antemano.
A cierta hora de la noche
todas las mujeres a las que amé
se meten en mi cama.
Traen sólo lo bueno que tenían
o supe ver
nada de ropa
y un coro de gemidos diferentes
que logran acompasar con mi batuta.
Hay de varios colores de pelo y de idiomas disonantes
se superponen
me súper-pongo
y lo hacemos todos a la vez
con lo mejor de los momentos pasados
y es que nos conocemos tanto
que presentimos los orgasmos mutuos
y los celebramos de antemano.
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(Carlos salem, Orgía de andar por casa, Ed. Albatros, 2009)
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