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Van colocando verso tras verso,
oración tras oración,
ladrillo tras ladrillo.
Construyen hermosas catedrales,
castillos rodeados de murallas,
monumentales coliseos y toda suerte de edificios.
Consiguen honrar con la belleza la palabra
pero en su interior,
decorado también con un hermoso mobiliario,
nadie habita.
Van colocando verso tras verso,
oración tras oración,
ladrillo tras ladrillo.
Construyen hermosas catedrales,
castillos rodeados de murallas,
monumentales coliseos y toda suerte de edificios.
Consiguen honrar con la belleza la palabra
pero en su interior,
decorado también con un hermoso mobiliario,
nadie habita.
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(Jorge Espina, Reverdecer, Tenerife, Baile del Sol, 2010)
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