MAÑANA NEGRA DE SÁBADO NEGRO
Despertar bajo el estruendo
de gatos riñendo en el tejado.
Consigo llegar a la mesa
para derramar el café caliente
sobre mi mano.
Llama mi amigo el poeta
de la ciudad lejana
(el poeta que dejó
su brazo en la batalla)
y amenaza con tomarse
una botellita de GRAMOXONE,
no sin antes preguntarme
si será más apacible
cortarse las venas,
irse poco a poco
en un sueño de infancia.
Le hago desistir de su campaña
por acercarse gratuitamente
a la muerte, convenciéndole
que en tal caso mejor
seguir bebiendo alcohol,
menos nocivo para la salud.
También hoy será un día duro
para la artritis de mi anciana madre.
Timbra el teléfono
y una mujer exigente
pregunta por Jesús,
cuatro veces le explico
que desconozco a ese señor,
cuatro veces me dice
hijo de puta bastardo.
Quedo fijo en el techo
con la mirada perdida,
el teléfono descolgado
entre las piernas,
diciéndome que nada
de este día es real:
los gatos pendencieros no existen,
el café caliente derramándose tampoco
un poeta de oscuros bebedizos,
ni la artritis de mi madre existe
menos la señora que preguntaba
por un tal Jesús,
tampoco existe Jesús.
(Frank Ruffino, del texto inédito “Náralit” [Poemas y Antipoemas], 2011, extraído de su blog Poeta Frank Ruffino [De la tierra de "Náralit"] )
1 comentario:
La creación,los creadores, creer ser para ser...el todo y la nada...la nada y el todo...todo es nada...Todo puede ser.
Besos y amor
je
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