TODO EMPIEZA EN UNA PREGUNTA
Todo poema empieza en una pregunta.
La de las musas, en la cola del paro,
la de la torpe vida que atraviesa mis pasos,
la de la mañana anticipada y su insolente luz.
La del espacio, vacío, pero tan real,
la de esa voz que susurra adiós desde tantas direcciones,
la que se derrumba frente al espejo.
Y así, sucesivamente,
hasta que acaban devorándose entre ellas.
Pero todas son la misma,
la que nunca acaba,
la que siempre vuelve.
Todo poema termina de morir
con el sabor de algo
que nunca
terminaré de responder.
Porque no siento nada
y lo siento todo,
porque bajo la tierra,
la humedad sigue escribiendo en gotas de agua
los versos de la esperanza.
Y como el periódico de ayer,
rodando por la acera,
despierto entre la multitud de un grano de arroz.
Un instante,
la casa del consuelo
en mitad de un terremoto.
Con un pie fuera de la cama,
ya no quedan supervivientes.
La escuela les ha callado la boca
y la razón ha pintado de blanco
los psicodélicos sueños
que hace un rato
me llamaban por mi nombre.
Y sin más, se desvanecen ante la verdad
a la que no quise mirar
ni agarrar de la mano,
solamente porque
en ella
tú no estabas.
Ya nada espero
salvo esa llamada
que ojalá
nunca llegue.
(Poemas inéditos de Marta Oltra R-Santana)
1 comentario:
No hay peor escritor que el que escribe acerca de escribir, y en segundo lugar, que el que no sabe de qué habla y decide tratar todos los temas del cliché poético al unísono.
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