CASI siempre un mero gesto vacío.
Una tela pintada con un barniz malo,
un desorden arreglado con hilo y aguja
prestada por otro correligionario
en la desastrosa baraja de la borrachera:
no alcéis la voz los que en este negocio confuso
permanecéis con dignidad de cisnes
mientras otro paga la cuenta; reparad
en que estáis fuera de control
y que así es más barato ser vulnerable.
Dejarse violar por una muchacha
llamada inspiración, o como se llame
esa que os entrega su cuerpo comprado,
la musa de alcohólicas pupilas de loba.
[Fulgencio Martínez, León busca gacela. Poemas de Séptimo Alba (2002-2008), Renacimiento, 2009]
3 comentarios:
Interesante es adentrarse en las otras carreteras de la literatura, donde los nombres ya conocidos y repetidos hasta la naùsea, desaparecen, para dar paso a el otro lado del sol.
Efectivamente, al otro lado del sol hay muchos nombres por descubrir, interesantes y grandes autores que no gozan del favor de los "mandarines" ni de amiguismos excluyentes - editoriales, premios, políticos, escritores canonizados por el régimen de turno ...-. Pensemos, no obstante, que el tiempo ha reconocido a muchos autores que en su época estaban en el olvido y, sin embargo, muchos conocidos y repetidos hasta la náusea en su "generación" han sido relegados - con justicia- al silencio. Gracias por el comentario. Saludos!
Por otro lado, Fulgencio Martínez es un gran autor que, a pesar de las buenas críticas cosechadas, no ha sido reconocido, ni por asomo, en su justa medida. Sería un autor de más renombre si hubiera contado con padrinos y se hubiera "prostituido" como tantos.
La disidencia, la originalidad y la inteligencia parecen estar reñidas con el actual canon impuesto por "los de siempre".
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