ALEJANDRA PIZARNIK
EN UN EJEMPLAR DE “LES CHANTS DE MALDOROR”
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Debajo de mi vestido ardía un campo con flores alegres como los niños de la medianoche.
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El soplo de la luz en mis huesos cuando escribo la palabra tierra. Palabra o presencia
seguida por animales perfumados; triste como sí misma, hermosa como el suicidio; y que me sobrevuela como una dinastía de soles.
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EN UN PRINCIPIO FUERON MIS MUERTOS
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Los ausentes soplan grismente y la noche es densa.
La noche tiene el color de los párpados del muerto.
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Toda la noche huyo, encauzo la persecución y la fuga,
canto un canto para mis males,
pájaros negros sobre mortajas negras.
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Un viento demente me desmiente. Me confino, me alejo de la mano crispada, no sé otra cosa que la noche oscura.
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(Alejandra Pizarnik, Poesía completa, Barcelona, Lumen, 2005)
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3 comentarios:
Una gran poeta, un poco màs conocida que los demàs que comparten esta galerìa de albatros. Sin embargo, no por ello es menos su potencia, su escalpelo sobre la realidad. Su poesìa es como decìa Ramòn Lòpez Velarde: "El resultado de la combustiòn de mis huesos"
Aunque conocida, la Pizarnik es pura combustión ósea.
Gracias por el comentario
alejandra ya no usa palabras, ni las leo y el pecho aprende a caminar.
un abrazo,
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