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LOS DEMONIOS DE NUESTRO INFIERNO COTIDIANO
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Te quiero cuando dices: mira cómo te tomo, mírate mientras te tomo.Te quiero cuando levantas mi cadera, me deseas, estás dentro y me sacudes hasta la garganta. Me ahogo y te quiero.
GIULIANA
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Imposible decir adiós. El rastrillo
recoje treinta y seis temporadas de supervivientes.
Te quiero aunque no reflexiones y la noche se desliza
sobre tus rodillas abiertas que se mecen.
("Mírame"...). Multiplicamos gestos, ideas,
besos, significados de lo que queremos y de lo
que hemos dicho sin creerlo. La desesperación
se hace voz y cuanto más se grita, más fuerte son orgullo
y pena. Cierra los ojos, amor, mis labios
viven de tus arrugas a los bordes del rostro
y de los demonios de nuestro infierno cotidiano.
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(Sebastiano Grasso, El talco bajo las bailarinas, Rama Dorada poesía, Huerga & Fierro Editores, 2008)
SEBASTIANO GRASSO
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1 comentario:
mis labios
viven de tus arrugas a los bordes del rostro
y de los demonios de nuestro infierno cotidiano...
Qué grande Grasso
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