TRANSPARENCIA
No se pierde la piel.
Se vuelve transparente,
pero los que te miran
no ven la frustración de lo invisible
e ignoran el asedio de las sombras.
No se pierde la piel.
Se convierte en un muro
para el escalofrío del contacto,
pero los que te miran
no ven que necesitas un sicario.
No se pierde la piel,
no se pierde,
pero los que te miran
no ven la soledad encaramada
a tus límites
ni el insomnio de hormigas en tus venas.
No se pierde la piel,
se calla, como se callan los huesos
o las palabras turbias de la culpa,
sí, se calla,
y de pronto descubres
que ya nadie te ve ni te profana.
Se vuelve transparente,
pero los que te miran
no ven la frustración de lo invisible
e ignoran el asedio de las sombras.
No se pierde la piel.
Se convierte en un muro
para el escalofrío del contacto,
pero los que te miran
no ven que necesitas un sicario.
No se pierde la piel,
no se pierde,
pero los que te miran
no ven la soledad encaramada
a tus límites
ni el insomnio de hormigas en tus venas.
No se pierde la piel,
se calla, como se callan los huesos
o las palabras turbias de la culpa,
sí, se calla,
y de pronto descubres
que ya nadie te ve ni te profana.
(Poema extraído de su blog ALCOBA PARALELA)
1 comentario:
Transparente, como Paloma.
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