A LA DESNUDA VIDA CRECIENTE DE LA NADA.
IX
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Quizás la muerte aceche, insondable,
en el fondo del día, gire y rompa
excusas tras los ámbitos alegres,
o duerma con su noche deforada.
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Quizás la misma hondura de las cosas
resuene como un eco inamovible
de inconciliable azar cerrado, soplo
oscurecido pronto en su presencia.
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Quizás el gesto, sólo el gesto tiemble
vacío de los días, imposible,
en la noche vibrante, sola y cierta.
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Quizás entre los sueños incesantes
el polvo ruede, logre su discurso
al vuelo de las horas con su paso.
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(Jesús Cánovas, A la desnuda vida creciente de la nada, Madrid, Betania, 1989)
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1 comentario:
Buen poema. Buena poesìa del tejido invisible de las cosas. Es decir la muerte. Es decir lo que palpita detràs del dìa. Una cosntrucciòn poètica que se lee despacio, a pausas, como esas comversaciones a media voz entre la noche y el crepùsculo. Gracias por compartirla.
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